Es realmente desgarrante lo que les ocurrió a estas dos mujeres mayores en Morón. Las entraderas son delitos especialmente impactantes porque se cometen de forma violenta e inesperada en el propio hogar de las víctimas, lo que provoca un gran trauma, sobre todo en personas mayores.
El hecho de que el ladrón hubiera tocado el timbre días antes y preguntado si se alquilaba la casa, puede ser una táctica para sondear la situación antes de realizar el robo. Esto demuestra cómo los delincuentes suelen planificar estos delitos, eligiendo objetivos vulnerables, como personas mayores, para luego ejecutar el robo con más facilidad.
El relato de la instructora del Departamento Judicial de Morón resalta la angustia y el dolor que generó este acto, no solo por la violencia física, sino también por la invasión de la intimidad de las víctimas y la sensación de inseguridad que deja en toda la comunidad. El robo de objetos sencillos, como los yogures, pone en evidencia lo brutal de la situación, donde los ladrones no se detuvieron ante nada.
Este tipo de noticias resalta la urgente necesidad de medidas de seguridad más efectivas en las comunidades, sobre todo en zonas donde este tipo de delitos parece estar en aumento.