Un caso que abre el debate público: ¿estuvo bien lo que hizo el colectivero que encerró a dos motochorros que terminaban de asaltar a una verdulería en el barrio Los Ceibos de González Catán?
El hecho quedó registrado por el celular de uno de los pasajeros que viajaba en la unidad de la línea 620 y que bajó al menos dos veces su teléfono al sentirse apuntado por los malvivientes.
La actitud del conductor abrió la discusión incluso a bordo del transporte, entre quienes pedían que encierre a los delincuentes -uno claramente en imágenes exhibiendo un arma- y quienes le reclamaban que se corra y los deje ir para que no ataquen al colectivo.
Está claro: es una fracción de segundo y las decisiones que se toman en ese instante son muy personales, pero también es real que no es esa la responsabilidad del colectivero y que si alguna de las personas que trasladaba resultaba herida por alguna represalia de los motochorros nadie le iba a quitar de la cabeza lo que hizo.
El antecedente de enero pasado, también en La Matanza
El caso recordó al ocurrido en enero pasado cuando Hilda Tello (45) fue asesinada sin tener nada que ver con el robo que dos ladrones en moto cometían en la calle Lynch al 2800, casi en la intersección con San Martín en San Justo. La secuencia fue una verdadera locura: los malvivientes se acercaron a un hombre que pasaba la aspiradora en su auto para limpiarlo e intentaron robarle sus pertenencias.
Justo el chofer del interno 623 de la línea 174 pasaba por ahí, observó la secuencia y decidió tirar el colectivo encima de la moto para poner en fuga a los agresores, que frustrados por no poder concretar el robo pusieron primera y arrancaron a los tiros.
Una de las balas ingresó al transporte público e impactó en la axila de la pasajera. Al notar que la mujer estaba herida, el chofer, identificado como Cristian Paz, se desvió de su recorrido y la trasladó hasta la clínica San Fernando, ubicada a pocas cuadras del lugar del disparo, sobre la calle Alcorta al 2600.
Luego de recibir las primeras asistencias, Tello falleció en el centro de salud. El crimen causó conmoción entre vecinos y las personas que viajaban en el colectivo, porque fue ella, pero pudo ser cualquiera.